
¿Por qué elegir una carrera militar hoy en día?
Hoy en día, muchos me preguntan por qué alguien querría ingresar a las fuerzas armadas. No es tan común como antes; ya no vemos largas filas de jóvenes en los cuarteles ni es obligatorio para todos. Sin embargo, algo que he aprendido de mi propia experiencia, especialmente desde mis días en la Escuela Naval, es que el verdadero motor para unirse no es el dinero ni la fama: es la vocación de servir a la patria.
Ingresar a las fuerzas armadas es asumir un compromiso con algo más grande que uno mismo. Es sumarse a una institución que exige disciplina, sacrificio y entrega. Pero también es un camino lleno de aprendizaje, camaradería y, para quienes eligen quedarse, una carrera profesional con proyección.
En este artículo, te explicaré cómo ingresar a las fuerzas armadas del Perú, desde los requisitos básicos hasta el proceso de selección, incluyendo consejos prácticos basados en mi propia experiencia.
¿Qué es el servicio militar voluntario en Perú?
El servicio militar voluntario es la puerta de entrada más sencilla para quienes desean sumarse a las fuerzas armadas. Ya no hablamos de una conscripción obligatoria como décadas atrás; hoy en día, el proceso está abierto para quienes, movidos por la vocación, desean aportar al país.
Este servicio permite a jóvenes, hombres y mujeres, entre los 18 y 30 años, recibir instrucción militar, formación en valores y desarrollo personal. A través del servicio, muchos descubren si tienen la madera para continuar una carrera militar. Y créeme, muchos lo hacen: algunos optan por quedarse como tropa profesional, otros dan el salto hacia las escuelas técnicas o incluso postulan a la escuela de oficiales.
Desde mi perspectiva, el servicio militar es la mejor manera de probarse a uno mismo, de saber si realmente se tiene lo que se necesita para seguir este camino. Y ojo: no se trata solo de disciplina física; es una transformación personal. Como nos dijeron en la escuela naval: nadie entra aquí para hacerse rico; uno entra por vocación.

Requisitos básicos para ingresar a las fuerzas armadas
Si estás pensando en postular, primero debes cumplir con ciertos requisitos básicos:
✅ Tener entre 18 y 30 años.
✅ Ser ciudadano peruano de nacimiento.
✅ Tener estudios de educación secundaria completos.
✅ No tener antecedentes penales ni policiales.
✅ Presentar buena salud física y mental (esto se evaluará en los exámenes).
Dependiendo del tipo de postulación (servicio militar voluntario, escuelas técnicas o escuela de oficiales), los requisitos pueden variar ligeramente, pero en esencia, todos buscan asegurarse de que los postulantes estén en condiciones físicas y psicológicas adecuadas y, sobre todo, que tengan vocación de servicio.
En mi caso, recuerdo claramente cómo nos decían que más allá de los documentos, lo que realmente querían ver era nuestro compromiso. Desde el primer día, te enfrentan con la pregunta: ¿Por qué estás aquí? Y solo quienes responden con el corazón pueden avanzar.
El proceso de selección paso a paso
Ingresar a las fuerzas armadas no es simplemente llenar un formulario y presentarse. Hay un proceso riguroso que debes conocer:
1️⃣ Inscripción: Presentas tu solicitud en la unidad militar correspondiente. Hoy en día, incluso puedes hacerlo parcialmente en línea a través de portales oficiales como gob.pe.
2️⃣ Examen médico: Aquí verifican tu estado de salud general. Si tienes problemas de visión severos, cardiopatías o cualquier condición limitante, es probable que no pases.
3️⃣ Pruebas físicas: Carrera de resistencia, velocidad, flexiones, abdominales, entre otros. Ojo, esto no es solo para mostrar músculo; evalúan tu resistencia general.
4️⃣ Pruebas psicológicas: Este fue uno de los momentos más desafiantes para mí. Se evalúan tu estabilidad emocional, tu capacidad de trabajar en equipo y tu resistencia al estrés.
5️⃣ Pruebas de conocimientos (para escuelas técnicas y de oficiales): Aquí sí se pone más exigente. Matemáticas, razonamiento verbal, cultura general y, en algunos casos, inglés.
Cada etapa del proceso filtra a los postulantes. Como escuché una vez de un instructor, “mejor eliminarlos aquí que arriesgar a alguien inadecuado en el campo”.

Las pruebas: físicas, psicológicas y de conocimientos
Las pruebas físicas son exigentes, pero no imposibles. Carrera de 2 a 3 km, flexiones, abdominales, barras… lo importante es mostrar constancia, no ser un atleta olímpico.
Las pruebas psicológicas, por otro lado, son donde muchos subestiman el reto. Aquí no puedes fingir. Te harán cuestionarios, entrevistas, dinámicas grupales. Como nos decían en la escuela naval, “el uniforme puede ponérselo cualquiera, pero la mente debe ser fuerte para sostenerlo”.
Finalmente, las pruebas de conocimientos son obligatorias para quienes aspiran a algo más que el servicio militar básico. Si planeas entrar a la escuela de oficiales, prepárate bien: la exigencia es alta y la competencia feroz.

Escuelas militares: técnicas vs. escuela de oficiales
Después del servicio militar voluntario, muchos optan por seguir carrera en una escuela militar. Aquí tienes dos grandes caminos:
🔹 Escuelas técnicas: Forman suboficiales, especializados en áreas técnicas y operativas. Aquí las pruebas siguen siendo duras, pero menos académicas.
🔹 Escuela de oficiales: Este es el nivel más alto de exigencia. Aquí no basta con pasar las pruebas físicas y psicológicas; necesitas destacarte en conocimientos, liderazgo y capacidad estratégica.
Recuerdo que cuando ingresé a la escuela naval, lo primero que nos dijeron fue: “Esto no es para hacer dinero, esto es para formar líderes”. Las pruebas son complejas, pero sobre todo buscan filtrar a quienes tienen la verdadera vocación.
Beneficios y desafíos de la carrera militar
Mucha gente piensa que el servicio militar solo es esfuerzo físico. Pero ofrece beneficios importantes: alimentación, vestimenta, formación técnica, posibilidad de estudios superiores financiados, seguros médicos, entre otros.
Eso sí, también vienen desafíos: largas jornadas, disciplina estricta, adaptación a jerarquías rígidas y, en algunos casos, exposición a situaciones de riesgo. Pero para quienes tienen la vocación, estos desafíos son parte del paquete, no obstáculos.
Vocación de servicio: el motor detrás de todo
Quiero insistir en algo que aprendí desde el primer día: nadie entra a la carrera militar por dinero. Si ese es tu objetivo, este no es tu lugar. Aquí entras porque sientes un llamado, porque quieres servir a tu país, porque quieres ser parte de algo más grande.
Yo vi a muchos compañeros quedarse en el camino porque buscaban una salida rápida, un salario, algo que los sacara de apuros. Pero quienes permanecieron —y prosperaron— lo hicieron por su pasión y convicción. Esa es la verdadera base de una carrera militar exitosa.

Consejos prácticos para quienes quieren postular
Si estás considerando este camino, te dejo algunos consejos prácticos:
✅ Prepárate físicamente: No esperes al último momento para entrenar; comienza meses antes.
✅ Estudia: Refuerza tus conocimientos básicos, especialmente si aspiras a una escuela técnica u oficial.
✅ Mentalízate: Vas a enfrentar momentos duros, tanto físicos como emocionales. Aprende a gestionar el estrés.
✅ Sé honesto contigo mismo: Pregúntate por qué quieres hacerlo. Si tu motivación es clara, superarás cualquier reto.
✅ Busca asesoría: Habla con quienes ya han pasado por el proceso; ellos te darán las mejores recomendaciones.
Conclusión: Un camino de honor y compromiso
Ingresar a las fuerzas armadas del Perú es más que cumplir un requisito o tener un trabajo. Es abrazar una forma de vida. Es comprometerte con valores como la lealtad, la disciplina y el amor a la patria.
Desde mi experiencia personal, puedo decirte que no es un camino fácil, pero es inmensamente gratificante. Quienes eligen servir, quienes optan por una carrera militar, lo hacen porque sienten un llamado profundo, una vocación que les llena de orgullo.
Si tú sientes ese llamado, prepárate, infórmate y lánzate. Porque servir a tu país es, sin duda, uno de los mayores honores que puedes asumir.