Durante un re-encuentro con mis compañeros navales, un re-encuentro que conmemoraba los 25 años de ingreso a nuestra querida Escuela Naval, momento en que no solo nos remontaba a las mil anécdotas, conversaciones, confidencias, vivencias grandes o extremas y tertulias eternas. Durante esos días que compartimos juntos, tuve una charla en particular que me anima a comentarla hoy día. Un gran amigo, mientras ambos contemplábamos la imponente cripta del Gran Almirante, este buen amigo me preguntó algo interesante y retador, me preguntó: “si pudieras regresar en el tiempo, y tuvieses la oportunidad de hacerle dos preguntas a Don Miguel Grau, ¿qué le preguntarías?” …qué difícil no?, hasta ahora no lo sé, de hecho, tengo una lista de preguntas, ninguna es la precisa, no lo decido aún…por ejemplo, ¿Qué sintió al darse cuenta que lo acorralarían en Angamos?, ¿Cómo eligió a su dotación?, ¿Quién fue su mejor oficial?, ¿Qué época fue la más feliz de su vida?…no lo sé, no lo decido aún…..felizmente los viajes en el tiempo no han sido descubiertos y lo puedo seguir pensando.
Se imaginan poder conversar con nuestros héroes o personajes históricos de Marina, se imaginan preguntarle que se les pasaba por la mente en el momento de una u otra acción, saber que más hizo, dónde más estuvo, que otra hazaña o simple historia tuvo…pero…como lo dije antes, las máquinas del tiempo no existen, así que esas charlas añoradas nunca serán realidad.
Sin embargo, hace pocos días participé en un conversatorio con un Almirante en retiro, un hombre curtido por el mar de Grau, querido por su institución y marcado por la historia naval en sus ya ochenta años y con más de cuarenta al servicio de la Marina de Guerra del Perú.
Sin mencionarlo, quiero resumir algo de su importante currículum vitae…el Almirante se graduó de la Escuela Naval en 1960, fue destacado deportista de alto rendimiento, representando no solo a la Escuela Naval sino también al Perú en más de una ocasión. Se calificó como buzo de la Marina, fue fundador de las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOES) en el año 1975. Como Oficial Superior desempeñó diversos cargos en unidades y dependencias de la Marina, ya como Almirante fue Director de Administración de Personal, Agregado Naval del Perú a la Delegación Permanente en la OEA, Director de la Escuela Naval del Perú, Comandante General de Zonas Navales y Comandante General de Defensa de Costa, concluyendo su carrera Naval en el año 1995 con el grado de Vicealmirante, ocupando el cargo de Jefe del Estado Mayor General de la Marina.
Entre el año 1996 al 2000, fue Presidente del Consejo Directivo del Instituto del Mar del Perú, Miembro Titular del IMARPE ante la Comisión Nacional de Asuntos Antárticos, Presidente del Punto Focal Peruano del Grupo de Trabajo sobre Conservación del Recurso Marino del APEC, entre otros varios puestos importantes tales como Regidor de la Municipalidad Metropolitana de Lima y Presidente del Instituto del Mar del Perú, es Actual Miembro de la Academia de Número del Instituto Histórico Marítimo, Miembro de Número del Centro de Estudios Histórico Marítimos Militares del Perú y de la Sociedad de Fundadores de la Independencia, entre otras.
Acudió al llamado que le hiciera el ex presidente García, para invitarlo a las elecciones generales del 2006 como Congresista e integrar su Plancha Presidencial como Primer Vicepresidente de la República, logrando por supuesto dicha posición.
Recibió múltiples condecoraciones tales como la Condecoración de Ejercito Peruano “Cruz al Merito Militar” en el Grado de “Gran Cruz”, Cruz Peruana al Mérito Naval, Orden Miguel Grau, Orden Militar de Combatientes Andrés Avelino Cáceres, Medalla de Combatiente de la Marina de Guerra del Perú, Condecoración de la Junta Interamericana de Defensa, Medalla de la Policía Nacional, y varias otras de igual o menor jerarquía.
En la vida familiar junto a su adorada Marcela, quien lo deja en el año 2015, formó una familia modelo con sólidos principios. Un hombre entregado a su profesión naval, pero compartiendo esta entrega también con su familia.
El Almirante, en el transcurso de su carrera, defendió a nuestra patria en los escenarios y momentos en que fue llamado; estuvo inmerso en los conflictos con el vecino país del norte, fue activo participante durante la guerra contra el terrorismo tanto en la sierra y selva de nuestro país y formo parte de la toma y liberación de rehenes en el Frontón, entre otras destacadas participaciones también. Y como la vida no había decidido aún que se retirara de su activa participación de sucesos que marcaran pauta en nuestro país, en diciembre de 1996 fue rehén durante la toma de la embajada de Japón por un grupo de sanguinarios terroristas del MRTA, donde, gracias a su preparación, lucidez y aplomo, fue pieza clave en la acción del rescate por los comandos Chavín de Huantar.
Comentados todo lo previo, que tal si me animo a crear comparativo de este Almirante con nuestro Gran Almirante. Tal vez me digan que no hay punto de comparación, por supuesto, tal vez tendríamos que guardar distancias, pero, creo que, de haberse dado el momento, este Almirante hubiese actuado igual que él. Curioso también, que ambos coinciden en tener una profesión naval intachable, una vida familiar armoniosa e incluso una vida política activa.
Gran Almirante hay uno, Don Miguel Grau Seminario, héroe de Angamos, de nuestra Marina de Guerra y del Perú, pero tenemos gente valiosa que aún esta con nosotros, no los podemos llamar héroes, pero en particular este Almirante a quien me refiero con gran admiración, por los innumerables cargos dentro y fuera de la institución, lo hacen portador de sabiduría importante a rescatar, escuchar y aprender.
Aprovechemos a nuestra gente, aprovechemos a héroes vivos de nuestra institución, que tal vez sin serlo, han dado vida a nuestra historia, aportando mucho a la patria, formando y manteniendo incólume las tradiciones por lo que la Marina de Guerra del Perú sigue siendo un pilar importante en nuestro país.
JM