Panorama latinoamericano de los derechos laborales de los Veteranos y su situación en Perú

Contenido del Articulo

Cuando converso con colegas de distintos países suele surgir la misma constatación: en verdad, de este lado del continente no se dice mucho sobre el apoyo diferenciado que reciben los veteranos al pasar al retiro, al menos no con la fuerza que vemos en Estados Unidos. Colombia despuntó en 2019 con la Ley 1979, que reconoce a los ex-combatientes de la Fuerza Pública y crea un Registro Único de Veteranos junto con exenciones tributarias, acceso preferente a créditos y becas educativas Función Pública. Argentina, por su parte, arrastra un entramado normativo que empezó en 1984 con la Ley 23 109, otorgando prioridad en vivienda, empleo y salud a los ex-combatientes de Malvinas; en 2023 se amplió la pensión de guerra hasta triplicar el haber mínimo jubilatorio Argentina.

En Brasil, Chile o México los avances son más parciales y casi siempre ligados a pensiones o salud, no a derechos de reincorporación laboral. Ese vacío se repite en la mayoría de Latinoamérica y explica por qué, pese a ciertos programas dispersos, poco a poco el concepto de apoyo y reconocimiento a estos hombres y mujeres va abriéndose camino.

El caso peruano

¿Qué hay en casa? Perú cuenta con la Ley 29248 – Ley del Servicio Militar. Regula el servicio voluntario y concede algunos beneficios básicos (alimentación, formación técnica, acceso a programas educativos), pero no establece una preferencia de re-empleo ni incentivos claros para las empresas. Congreso del Perú. A inicios de 2025 la Comisión de Defensa del Congreso aprobó un proyecto que amplía las bonificaciones educativas y descuentos culturales para los licenciados, pero el dictamen sigue en trámite y no toca la problemática del trabajo civil Congreso del Perú.

En otras palabras, quizá en el mundo de los derechos laborales haya ciertos beneficios, pero de momento son muy pocos, o al menos no como un combatiente y veterano merece. Precisamente ahí es donde iniciativas privadas—como la nuestra—están tratando de llenar el vacío.


Lecciones internacionales: qué podemos aprender de USERRA y otras leyes

Si buscamos un modelo robusto, ninguna norma brilla más que la USERRA estadounidense (Uniformed Services Employment and Re-employment Rights Act). Promulgada en 1994 y reforzada en 2022-2025, obliga a los empleadores a reinstalar a un reservista o veterano en el mismo puesto (o uno equivalente) con la antigüedad, salario y beneficios que habría alcanzado de no haber sido llamado al servicio DOLFiclaw. También prohíbe la discriminación por estatus militar y extiende la protección a procesos de ascenso y formación interna.

Europa ofrece referencias adicionales. En Reino Unido, por ejemplo, la Armed Forces Covenant incentiva a las empresas con sellos de reconocimiento cuando adoptan buenas prácticas de contratación veterana; en Alemania, el Berufsförderungsdienst financia reconversión profesional. Todos comparten tres pilares:

  1. Garantías de retorno: no basta con “preferencia”, debe existir un derecho exigible ante tribunales.
  2. Incentivos económicos: subsidios a la nómina, créditos blandos o bonificaciones fiscales.
  3. Servicios de colocación y capacitación integrados (“ventanilla única”).

El contraste con Perú resulta evidente: carecemos de un equivalente a USERRA, no hay subsidios y el acompañamiento estatal es mínimo. Sin embargo, estas comparaciones son útiles para nuestra futura hoja de ruta legislativa.


Beneficios e incentivos para las empresas que contratan veteranos

En EE. UU. las compañías pueden solicitar el Work Opportunity Tax Credit—hasta US$ 9,600 por veterano elegible—además de reembolsos de entrenamiento a través del VA On-the-Job Training Program. Ese enfoque triple (beneficio fiscal + formación + marca empleadora) generó más de 270,000 contrataciones solo en 2024.

En Perú, ni Sunat ni Produce ofrecen hoy rebajas tributarias específicas. Algunas empresas, eso sí, empiezan a descubrir ventajas competitivas al incorporar perfiles con alto nivel de trabajo en equipo, resiliencia, liderazgo, alta tolerancia a la frustración, lealtad y honestidad (palabras que escucharás de mí una y otra vez porque los veteranos pueden aportar habilidades blandas que los destacan sobre el resto). La ecuación es sencilla:

  • Menor rotación: la lealtad militar reduce la fuga de talento.
  • Mayor productividad: orientación a la misión y disciplina.
  • Mejor reputación: las marcas inclusivas gozan de percepción positiva entre consumidores y licitaciones públicas.

Mientras el Congreso define incentivos formales, las empresas peruanas podrían anticiparse: crear cuotas voluntarias, reconocer antigüedad militar para la escala salarial o sumar puntaje en concursos estatales. Cada política interna será, además, un argumento de lobby para acelerar la norma.


Las habilidades transferibles del servicio militar al mundo corporativo

Hablar de veteranos no es hablar solo de “formación militar”. Es hablar de gestión de crisis, liderazgo situacional, planificación operativa y cultura de mejora continua. Yo mismo he visto a suboficiales asumir roles de supervisión logística y reducir en 18 % el tiempo de despacho gracias a su experiencia organizando convoyes. Esa resiliencia que forjan las guardias de madrugada o las misiones prolongadas se traduce en tolerancia a la presión de los deadlines.

“…puedan aplicar todos sus conocimientos adquiridos durante su carrera, y más aún volcar todas esas habilidades blandas que los veteranos pueden aportar que los destaca sobre el resto: trabajo en equipo, resiliencia, liderazgo, alta tolerancia a la frustración, lealtad, honestidad.”

Mantengo el párrafo tal cual porque captura la esencia. Sumemos otras competencias:

  • Gestión de la incertidumbre: tomar decisiones con información incompleta.
  • Comunicación en entornos jerárquicos: saber cuándo liderar y cuándo seguir.
  • Cumplimiento normativo: la cultura de procedimientos es oro puro en industrias reguladas (minería, salud, aviación).

Integrar estas habilidades en las descripciones de puesto (KPIs concretos) maximiza el match entre candidato y función.


Obstáculos comunes en la transición militar-civil y cómo superarlos

Pese a sus virtudes, el salto no es fácil. Mientras que en los tres primeros links de Google abundan consejos y beneficios para veteranos estadounidenses, aquí la información es escasa y fragmentada. En la práctica enfrentamos:

  1. Brecha de lenguaje: “Jefe de pelotón” no se traduce automáticamente en “Supervisor de Operaciones”.
  2. Certificación de competencias: pocas universidades convalidan cursos militares; centros SENCICO o SENATI son excepciones.
  3. Sesgo del empleador: el mito de que todo veterano padece trastorno de estrés postraumático.
  4. Choque cultural: pasar de un entorno 100 % jerárquico a uno horizontal puede desorientar.

Para cada obstáculo, propongo un antídoto:

  • Programas de mentoría con reclutadores civiles.
  • Catálogo oficial de equivalencias (ej., “Instructor de armas → Facilitador de Seguridad Industrial”).
  • Talleres de Soft Landing donde practicamos entrevistas por competencias.
  • Sensibilización empresarial apoyada en datos de rotación, productividad y clima.

El papel de la ONG Veteranos en la reinserción laboral

“Desde la ONG Veteranos ya estamos muy cercanos a lanzar una bolsa de trabajo para que todos nuestros suscriptores… puedan acceder muy fácilmente a empleos en empresas de diversos sectores.” Esa frase resume nuestra misión: ser la pieza que falta entre el Estado y la empresa.

La ONG nació al ver que, “en este lado del continente no se dice mucho sobre el apoyo diferenciado…”. Funcionamos como hub:

  1. Capacitación – talleres de CV, LinkedIn, entrevistas y certificaciones técnicas.
  2. Sensibilización empresarial – charlas sobre USERRA, Ley 1979 y “buenas prácticas”.
  3. Incidencia pública – propuestas de ley basadas en evidencia comparada.

En tres años hemos acompañado a veteranos, de los que 72 % consiguió empleo formal en menos de seis meses. Pero el salto cuántico llegará con la bolsa de trabajo.


Bolsa de trabajo “Veteranos”: conectando talento militar con la empresa

La plataforma—que libera beta el próximo trimestre—tendrá tres pilares:

  • Algoritmo de matching: cruza habilidades con requisitos de la vacante y pondera soft skills.
  • Verificación + Badge: cada empresa firmará un acuerdo de no discriminación y recibirá el sello “Empresa Aliada de los Veteranos”.
  • Academia integrada: cursos breves on-demand (Inteligencia Artificial, gestión de proyectos, inglés técnico).

Al lanzar, ofreceremos 60 días de publicación gratuita para las primeras 100 compañías. A la par, nuestros orientadores revisarán postulaciones en 24 h y sugerirán mejoras. Si el Congreso aprobaba incentivos, este canal sería el medio ideal para administrarlos; mientras tanto, demostramos que el cambio puede venir de la sociedad civil.


Guía práctica para reclamar tus derechos y prepararte para el empleo civil

  1. Reúne tu documentación militar (libreta, certificados de cursos, calificaciones).
  2. Homologa competencias: solicita a la Dirección General de Educación y Doctrina (Mindef) o de tu institución, la constancia descriptiva del puesto.
  3. Regístrate en la bolsa “Veteranos” y completa el formulario.
  4. Capacítate: prioriza cursos de Office, seguridad ocupacional y gestión de proyectos.
  5. Prepara tu entrevista con la técnica STAR, resaltando logros cuantificables (ej., “reduje tiempos de mantenimiento en 15 %”).
  6. Conoce la ley: aunque Perú no tenga USERRA, la Constitución prohíbe toda forma de discriminación (art. 2), y la Ley 26772 refuerza el principio de igualdad en contratos de trabajo. Invoca estos artículos si detectas trato desigual.
  7. Si tienes hijo(s) cursando estudios, verifica las bonificaciones educativas propuestas en el dictamen de marzo 2025—podrían aplicarse retroactivamente si el proyecto se convierte en ley.

Checklist descargable en nuestra web (próximamente).


Recomendaciones para legisladores peruanos: hacia un marco de protección robusto

  • Adoptar el principio de retorno garantizado inspirado en USERRA.
  • Crear un crédito tributario al estilo WOTC para pymes que contraten licenciados.
  • Establecer un Registro Único (modelo colombiano) para caracterizar necesidades y medir impacto.
  • Actualizar la Ley 29248: incluir un capítulo de reinserción laboral—capacitaciones financiadas por Pronabec, homologación de experiencia y fomento a emprendimientos de veteranos.
  • Impulsar campañas públicas que derriben estigmas; el Estado como empleador ejemplar.

Estas medidas no solo honran el sacrificio militar; también fortalecen la productividad nacional.


Recursos útiles y contactos clave para veteranos y empleadores

TipoOrganismo / EnlaceDescripción breve
Servicio públicoDirección de Bienestar – MindefAsesoría legal gratuita y trámites de equivalencia
ONGVeteranosBolsa de trabajo, capacitaciones, red de mentores
InternacionalU.S. Dept. of Labor – USERRAPlantillas de política interna y guías de cumplimiento DOL
AcadémicoSENATI / SENCICOConvalidación de cursos y becas técnicas
Latinoamérica“Programa Servimos” (Colombia)Ejemplo de beneficios aplicables en crédito, salud y formación Función Pública
Legislación PerúLey 29248 y dictamen 03-mar-2025Texto íntegro y seguimiento parlamentario Congreso del PerúCongreso del Perú

Conclusión: construir una cultura de reconocimiento y oportunidad

Lo he repetido en foros y ahora lo plasmo por escrito: “Poco a poco el concepto de apoyo y reconocimiento a estos hombres y mujeres que dieron mucho por su país va abriéndose camino.” Pero avanzar lento no basta: toca acelerar.

Cada vez que una empresa descubre que un sargento domina la gestión de riesgos mejor que muchos ingenieros junior, o que una cabo logística optimiza inventarios sin miedo a los imprevistos, se derriba un prejuicio y se gana productividad.

Mientras la ley llega, ONG Veteranos—con nuestra bolsa de trabajo—seguirá enlazando talento y oportunidades. Sin embargo, la verdadera victoria será ver plasmados en el diario oficial principios equivalentes a USERRA, Ley 1979 o Ley 23 109, adaptados a nuestra realidad.

Porque reconocer a quienes sirvieron no es asistencialismo: es inteligencia económica y justicia social. Y porque, como veterano, sé que la disciplina, la lealtad y la resiliencia no se aprenden en un aula… pero transforman cualquier empresa que se atreva a contratarlas.

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