Historia en extinción

Sentarse a conversar con amigos, tomar un par de tragos y reírse de las anécdotas del fin de semana o las aventuras con los hijos o para los solteros y algunos libertinos, las últimas aventurillas amorosas, suelen ser momentos entretenidos, a veces interesantes, otras no tanto, algunos temas son relevantes y otros, totalmente irrelevantes.

Sin embargo, hace algunas semanas, sentado con un amigo, de esos amigos de años pero que ves solo de vez en cuando, el tema de conversación que entablamos, salió de los parámetros normales, totalmente fuera de contexto regular, conversamos de un tema por demás interesante, tan interesante que remueve sensaciones y realidades desconocidas o que no nos interesan, o peor aún, temas que se perderán en el tiempo.

En un país como el nuestro, donde los temas sociales son muy sensibles pero parece que a nadie le importan, donde los derechos de la gente pasan por agua tibia y pareciera que nadie nos defiende, pues he de decir que estaba equivocado en pensar así.

La verdad es que si hubo gente que nos defendió, que se entregó, que sacaron la cara por nosotros mientras por ejemplo en el no muy lejano 2004, algunos nos preparábamos para ver la copa américa que se jugaba en nuestras canchas, y escuchar como pululaba en el poder el cholo Toledo, en esos tiempos resulta que hubo gente, no solo gente sino amigos, que peleaban por rescatar rehenes de las fauces de los malditos infames de sendero luminoso, buscando y capturando a los aún cabecillas de esta plaga nefasta de terroristas.

Al escuchar a este amigo, infante en retiro de la marina de guerra, dicho sea de paso aprendí que no es correcto describirlo como ex infante o ex marino, se debe decir en situación “de retiro”, ellos son marinos o infantes siempre; éste amigo me contó lo que vivió, lo que sintió y lo que logró, debo decir que uno siente orgullo de tener esta clase de amigos.

A partir de esto, busque a otras personas, gente que uno conoce en la vida, personas que sirvieron a nuestra patria en diferentes frentes, personas que combatieron a estos miserables terroristas, personas que combatieron en el último conflicto con el vecino del norte, personas que rescataron personas sin importar lo que arriesgan, personas como yo o como cualquiera, pero con un sentido del patriotismo que así no mas no se encuentra y por la mayoría, tal vez ni se entienda.

Hace pocos días, leí algún artículo de un periodista en el que decía que estamos acostumbrados a homenajear héroes que no lograron nada o que murieron en el intento, podría yo estar en una pequeña parte de acuerdo y en una parte mayor en total desacuerdo; pero lo que este periodista no sabe, pues tal vez no tiene como saberlo, es que tenemos héroes entre nosotros, gente que hizo cosas impensadas o tal vez solo vistas en televisión, héroes que caminan entre nosotros, con quienes nos podemos sentar a tomar un trago o un café y aprender de la historia que nadie nos cuenta, que no se quiere contar, historias recientes, historias vividas por nuestra generación de cincuentones, historias que tienen cara, nombre y apellido, gente valiosa de la que nadie se acuerda, pero, desde mi punto de vista, gente a la que tenemos que conocer, escuchar y saber sobre cómo este país salió de las fauces terroristas gracias a ellos.

Queremos y repetimos sin cesar “el terrorismo nunca más”, bueno, comencemos por conocer lo que pasó, enterémonos por sus protagonistas, gente que se puede sentar a nuestro lado a tomar un trago o dos y enseñarnos más historia del Perú.