George Soros, judío ashkenazi, nacido en Budapest el 12 de agosto de 1930 como Schwartz Gyorgy, tiene doble nacionalidad pues también es ciudadano de los Estados Unidos. Ha desarrollado en el mundo una comunidad de personas y organizaciones ligadas y favorecidas por él en el marco de los espacios que le son de interés.
Soros aspira a concientizar a las sociedades bajo un “pensamiento único”, producto de la influencia de Karl Pooper, su entonces profesor en el London of School of Economics, El “pensamiento único” involucra una serie de conceptos, aplicados por Soros mediante procedimientos que son propios de la doctrina del comunismo leninista, (modificados en algunos aspectos por Antonio Gramsci), los cuales, empleados por este personaje magnate para nada comunista, porque le sirven para sus fines especulativos. El término “progresista” aplicado a un grupo de ONGs aliadas, debido a sus métodos comunistas, como a los diarios discursos políticos, encubre los verdaderos objetivos, cuales son, la captura del poder y reemplazo del sistema político actual por otro de corte globalista (carente de una doctrina política para el bien de la sociedad), de tal modo de sustituir los conceptos de país, de patria, y sus soberanías ciudadanas, para someterlos a entidades internacionales, en interés de los objetivos especulativos de Soros, mientras los operadores y allegados de las ONGs también escalan posiciones de poder y disfrutan de las millonarias donaciones, sobre las cuales no rinden cuentas al Estado.
Alrededor de 1990 las divisas de los países de Europa estaban bajo un régimen del Exchange Rate Mechamism (ERM) a cargo de Alemania. En 1992 los alemanes decidieron modificar una de las condiciones de los encajes y en relación a esto, el presidente de un muy importante banco alemán, en una insólita declaración dijo que había dos divisas que corrían peligro por dichos cambios. Una era la Libra Esterlina pues el Reino Unido pasaba por un momento crítico en su economía. En esta circunstancia Soros apostó a quebrar el indicado Banco, para lo cual, él y el “Quantum Fund”, de su propiedad, buscaron frenéticamente préstamos de dinero para apostar cerca de USD $15 mil millones a la caída de la Libra Esterlina y en esa sola jugada obtuvieron, en un solo día del 12 de noviembre de 1992, que el valor de los activos del “Quantum Fund” pasaran de dicha suma a los USD $ 22 mil millones, es decir, una ganancia de USD $ 7 mil millones. Teniendo en cuenta que los gestores de un Hedge Fund se suelen embolsar un 20% del importe de la plusvalía, ese año Soros y el “Quantum Fund” se llevaron más de USD $1,400 millones, convirtiendo a Soros en multimillonario. Esa es una prueba de las especulaciones y de su consecuente capacidad para financiar cualquier proyecto que le interese.
En 1993, creó la “Open Society Foundation” (OSF), para apoyar financieramente a los grupos de la sociedad civil de todo el mundo que promueven la justicia, la educación, la salud pública y los medios de comunicación independientes, de tal modo de usarlos en su estrategia. En el Perú incursionó inicialmente financiando la denominada marcha de los “cuatro suyos” encabezada por Alejandro Toledo en el año 2000, y su campaña a la presidencia en el 2001. Posteriormente incrementó su actividad en nuestro país, apoyando financieramente a la “Academia” y diferentes ONGs ligadas a los “derechos humanos”, a la ideología de género, feminismo, medio ambiente y otros espacios de interés que, en conjunto, cuentan con un sistema de difusión mediático integrado por los medios (prensa escrita, televisada y radio), así como las redes sociales.
Otras inversiones mineras y comerciales en el Perú, así como todas diversas campañas para causar obstrucciones contra el Estado en desprestigio a las instituciones públicas, están también orquestadas y controladas por el operador de Soros en el Perú, quien tiene como instrumentos ad hoc a un grupo de ONGs de defensa de los DDHH y las relacionadas al desarrollo sostenible, así como con quienes tienen a su cargo los grupos, asociaciones y sindicatos alineados, de profesores, homosexuales, feministas, las versiones de género, racismo, pro aborto; comunidades indígenas, mineras y agrícolas manipuladas, etc., así como, con el apoyo de ciertos niveles del Clero de la Iglesia Católica y de instituciones afines, así como de la autodenominada “Academia”, que cuenta con un instituto formado hace más de quince años bajo la concepción de actuar como el “Think Tank” de la organización.
Soros no solamente apoya directamente a los movimientos que presentan reclamos a las sociedades y a sus respectivos Estados, sino que ha generado reacciones y “ha sentenciado” a todos aquellos que disienten de estos y los ha etiquetado bajo acusaciones automáticas como homófobos, xenófobos, machistas, racistas y otros calificativos. Para difundir sus teorías utilizan todos los procedimientos de manipulación de la información para victimizarse y crear dramas alrededor de sus miembros para impactar a la opinión pública. Con el feminismo y la igualdad de género y otros movimientos de reclamos, aplican los mismos métodos de victimizar a las mujeres y dramatizar los casos de abusos, así como ir creando casos que muchos rayan en el absurdo frente a la naturaleza humana y a la vida. De ese modo han construido “su verdad” como la “verdadera verdad” y cualquier idea, noticia, opinión o actitud en contra, es censurada apelando “su código de moral” para sentenciarla ante la opinión pública. En cada uno de estos grupos hay “relacionadores” con las ONGs de Soros quienes a su vez, coordinan y se reportan con el “operador general” de Soros en el Perú, quien dirige el sistema desde una ONG.
En síntesis Soros es el actor más importante que opera en el Perú en la línea del NOM, cuyo resultado en la esfera occidental mundial viene logrando la supremacía del poder de las economías y finanzas internacionales, así como el cuasi monopolio de las regulaciones para las emisiones monetarias y colocaciones de los fondos de inversión de las AFPs. También han logrado controlar al poder político socavando a los Estado-Nación para establecer un gobierno único estructurado con instituciones especializadas internacionales, que regulen todas las actividades propias de la sociedad, en desmedro de la soberanía de cada nación, su cultura, su estructura familiar e identidad propia, para ello usan como instrumentos el traslado de funciones del Estado a organizaciones civiles locales que se encargan, además, de internalizar la ideología de género, el derecho al aborto y el cosmopolitismo, así como el debilitamiento de sus instituciones, prioritariamente las Fuerzas del Orden.