Los nervios de acero de Marcio

Han conmemorado 192 años de la inmolación en el combate naval de Guayaquil, del fundador de la Marina de Guerra del Perú, el vicealmirante Martín Jorge Guise, hecho que tuvo lugar durante las operaciones navales que se llevaron a cabo en la guerra con la Gran Colombia de 1828. Guise, combatiendo al estilo de Nelson, muere en el momento culminante de la lucha al recibir un proyectil en el pecho. Mientras el héroe naval agonizaba en la cubierta de su buque insignia la fragata Presidente, la fuerza naval peruana a sus órdenes ya había conseguido doblegar las defensas marítimas y terrestres adversarias ubicadas estas últimas en puntos críticos sobre el río Guayas.

Guise –nacido en Gran Bretaña en el seno de una antigua familia aristocrática- sirvió por más de dos décadas en la Royal Navy desde cadete hasta capitán de fragata, retirándose en 1817 luego de haber dotado varios buques de guerra y comandado, entre otros, el navío de línea HMS Devastation, además de participar en importantes operaciones y acciones navales. Poco después, adquiere de su peculio un buque, lo dota y monta con cañones para surcar el Atlántico e incorporarse a la gesta emancipadora de América que lideraba José de San Martín, en particular a la del Perú por cuya causa entregaría su vida.

Como sostiene el historiador argentino Tomás Hudson, autor de Almirante Martín Jorge Guise héroe de los mares (2007), el Libertador se basaría en el aprecio que le tenía a Guise por sus cualidades personales y profesionales para darle el encargo de organizar la Armada independiente, la que en pocos años se convertiría en una de las instituciones públicas más prestigiosas de nuestro país. Y es así que, a partir del 8 de octubre de 1821, el capitán de navío Guise es investido como el primer Comandante General de Marina, máxima autoridad administrativa institucional que funcionó durante casi todo el siglo XIX. El vencedor de Guayaquil condujo la Armada del Perú sobre la base de unos pocos buques nacionales, del material capturado a los realistas, de la tradición naval británica, de las ordenanzas españolas, con el concurso de marinos extranjeros experimentados, entre los que figuraba el más tarde vicealmirante de nuestra Armada, el sevillano José Pascual de Vivero, así como de jóvenes patriotas entusiastas. Siendo Comandante General de la Escuadra conduce a principios de 1823, nuestras fuerzas navales en la segunda campaña a puertos intermedios, operación militar de gran envergadura que contribuyó a la consolidación de nuestra independencia.

El vicealmirante Guise, inglés de nacimiento, murió peruano ya que la Constitución vigente en 1828 en su artículo 4, concedía la ciudadanía peruana a los extranjeros que hayan servido o sirvieren en el Ejército y Armada de la República. Para más señas de su peruanización, se convierte al catolicismo y en 1827 se casa en Lima con Juana María del Valle y Riestra. El matrimonio Guise-Valle Riestra se estableció en el balneario de Miraflores donde en mayo del año siguiente nacieron sus dos únicas hijas, las mellizas Isabel y María Mercedes. Isabel muere soltera y su hermana se casa con el ciudadano inglés John Dartnell. Entre los descendientes directos de Guise, destacan el héroe de la aviación civil peruana Jorge Chávez Dartnell, el diplomático Emilio de Althaus Dartnell, el capitán de navío Juan de Althaus Dartnell, jefe de Estado Mayor General de Marina en los días de Sánchez Cerro, Miguel de Althaus Guarderas profesor emérito y ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales la Pontificia Universidad Católica del Perú – PUCP y el destacado periodista y escritor Jaime de Althaus Guarderas, entre otros.

La Marina de Guerra del Perú, próxima a cumplir sus primeros 200 años, desde siempre ha honrado la memoria de su fundador. Precisamente el primer buque de guerra que llevó el nombre de un oficial naval fue el bergantín Almirante Guise (1845-1865). En diferentes momentos del siglo XX, tres buques principales tuvieron la identidad de este héroe naval peruano, lo mismo que el colegio donde se educan los hijos de los oficiales de Marina.

De carácter fuerte, rivalizó con Cochrane y fue víctima de las venganzas políticas de Bolívar, Guise fue un caballero leal, honrado y valiente que murió luchando por nuestra soberanía y dejándonos un invalorable legado.

Juan Carlos Llosa Pazos-Capitán de Navío