Los que murieron en la Primera Guerra Mundial faltando pocos segundos

la Primera Guerra Mundial, había sido hasta ese entonces el enfrentamiento mas sanguinario. Se calculas siendo austero en las cifras que perdieron la vida unas 31 millones de personasos !en solo 4 años!, estremecedor numero que fue en aumento sin pausa hasta las 11.00 horas del 11 de noviembre de 1918, en el que entró en vigor el armisticio firmado horas antes
en esas funestas horas desde que se firmó el armisticio a las 5.10 de la madrugada hasta las 11.00, fallecieron a causa de bombardeos y escaramuzas en las fuerzas armadas, unos 2.500 soldados. Y un día antes, entre 10.000 y 13.000. Soldados que debieron volver a casa con sus familiaspero que en vez de ello, cayeron en combate innecesariamente, porque para ese momento ya todo estaba decidido.
Donald Smithe, historiador norteamericano relata en su libro sobre la biografía del jefe de las fuerzas expedicionarias estadounidenses, el general John J. Pershing («Pershing: General of the Armies»), que «los hombres que murieron o quedaron mutilados en esas últimas horas sufrieron sin necesidad». las bajas ese ultimo de guerra la estiman entre 10.000 y 13.000.
Todos ya conocían que la paz era inminente. Desdeel día 9 de noviembre de 1918, 2 dias antes de firmar el armisticio, los negociadores alemanes llegaron al bosque de Compiègne (región de Hauts-de-France, Francia) para reunirse con el mariscal Francés Ferdinand Foch , para negociar el final de la llamada “Gran Guerra”. Los generales Alemanes fueron citados en ese famoso vagón donde años despues Hitler haría firmar la rendición a los franceses en la 2da Guerra Mundial. «Los vi delante de mí al otro lado de la mesa y dije para mis adentros: “¡He aquí el imperio alemán!”», escribiría sarcásticamente más tarde Foch.

Cientos de miles de prisioneros Alemanes
en ese trance, aún en las trincheras se tomaban prisioneros y morían soldados, sabiendo que todos esperaban el mensaje inminente del fin de la guerra.
Alemania tenía claro que sus últimos ataques a la desesperada cambiarían ningun resultado. De hecho, más de 363.000 germanos habían sido hechos prisioneros desde agosto por parte de Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y Bélgica.
sabiendo que alemania ya no daba mas, lo primero que se solicitó por el representante enviando desde Berlin, Matthias Erzberger , fue un alto el fuego en el frente occidental al general Foch.

Firmar el armisticio lo antes posible
Sin embargo no querían hacerlo tan fácil: «No. Yo represento aquí a los gobiernos aliados, que ya han impuesto sus condiciones. Las hostilidades no pueden cesar hasta que no se produzca la firma», respondió Foch.
Y el enfrentamiento duró dos días más. ellos (la triple Entente) querían causar el mayor daño posible al ejército Alemán por los ataques no cesaron.
En la madrugada del 10 al 11 de noviembre de 1918, los delegados alemanes de Compiègne trabajaron sin cesar hasta lograr la firma a las 5.10. «Una nación de 70 millones sufre, pero no muere», sostuvo Erzberger en el vagón, resaltando que los puntos que acababan de firmar generarían hambre y anarquía en Alemania.
Luego de esto Foch enviaba rápidamente un mensaje por telegrama y teléfono a todos sus comandantes: «Cesen las hostilidades en todo el frente el 11 de noviembre a las 11 de la mañana, hora francesa».

Harry Truman dispara hasta las 10:45
Pero las ordenes no fueron tan claras por lo que cada ejercito hizo lo que creía pertinente.
La conducta de casi todos los comandantes aliados fue el más humano y lógico: dejar pasar las horas tranquilamente en las trincheras y no arriesgar una sola vida más.
Sin embargo hubieron oficiales irresponsables que quisieron aprovechar la última oportunidad que les quedaba para dar un impulso a su carrera militar. No les importaba que se derramara mas sangre.
Harry S Truman, por ejemplo, siendo oficial de artillería en aquella guerra antes de convertirse en presidente de Estados Unidos, fue uno de los que apuró hasta el último momento. Como él mismo recordó años después: «Disparé la batería, según las órdenes, hasta las 10.45. En ese minuto disparé mi último tiro», (el luego ordenó lanzar las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki)
Precisamente en esos ultimos minutos entre el último disparo de Truman y el momento exacto en el que termina oficialmente la 1era guerra Mundial se produjeron bajas innecesarias.


El ultimo soldado en morir de la Primera Guerra Mundial
Una de las más absurdas e incompresibles fue la de Henry Gunther, la última víctima oficial de la Primera Guerra Mundial, quien muere faltando 1 minuto para que se cumpliera con el alto el fuego Tiempo atrás, este combatiente norteamericano de tan solo 23 años fue degradado del rango de sargento por criticar las condiciones de las tropas en las trincheras en una carta a unos amigos, aconsejando que no se enlistan, esta carta fue leída por los censores militares y fue penalizado
Con su orgullo herido, en la mañana del 11 de noviembre desobedeciendo las órdenes de su sargento, se arma de valor, cargando con su bayoneta queriendo tomar una trinchera enemiga. Quería a como dé lugar lograr su rango perdido.
Por su mente cruzaba la idea de al llegar ser llamado traidor por sus compañeros, ya que era hijo de inmigrantes alemanes.
Pero ni los compañeros ni los alemanes, que dejaban pasar las horas para entregarse sin más víctimas, pudieron detenerle. Horrorizados, sabiendo que la guerra ya estaba a segundos de finalizar, avisaron a los estadounidenses para que regresara a su trinchera.
Dispararon varias veces por encima de su cabeza para asustarle y que volviera. Pero Gunther siguió y recibió un disparo que lo mató al instante.
El momento de su muerte se registró a las 10.59 horas. Ironicamente, cumplió su objetivo, el Ejército lo ascendió a sargento postumamente.

Agustin Trébuchon (ejército Francés) y George Price (ejército Canadiende), !faltaban 10 minutos!
otra baja inutil esa mañana fue la de George Lawrence Price, la última baja canadiense, uno de los 60.661 compatriotas fallecidos en la Primera Guerra Mundial.
Los delegados negociaban los mas rápido posible cuando su compañía recibe la orden de avanzar desde Frameries (al sur de Mons) hasta Havre. El objetivo: asegurar puentes que había en el Canal du Centre, lo cual lograron en poco tiempo.
Price y un compañero fueron junto a una patrulla a inspeccionar las casas al otro lado del canal. Al llegar, sorprendieron a un grupo de soldados alemanes que estaban montando un nido de ametralladoras. Al notar la presencia del enemigo, los alemanes huyeron siendo cubiertos por el fuego de francotiradores.
Una bala alcanza el pecho de Price. Muere instantáneamente. Exactamente, a las 10.58 horas.
El último soldado francés muerto se llamaba Augustin Trébuchon. No se supo el punto exacto donde fue abatido, pero sí la hora: las 10.50 de la mañana. Se especula que fue en un lugar indeterminado entre el ferrocarril y el río Mosa cerca de Vrigne-Meuse, un pueblo de 350 habitantes de la región de Champaña-Ardenas.
En esa localidad donde se dieron las últimas hostilidades del frente occidental.
Trébuchon luchó en la guerra desde el principio. sobrevivió a cuatro años de bombas y ametralladoras, pero no pudo con los últimos diez minutos en los que un disparo le alcanzó en la cabeza matándolo al instante. Poco después, a las 11.00 en punto, sonó la corneta que anunciaba que la guerra había acabado. Él no pudo oirla.


Trágico final de George Edwin Ellison (ejército Inglés)
George Edwin Ellison, el último inglés muerto en combate. Otro trágico final para un soldado raso, ya que muere noventa minutos antes del final, en el mismo lugar donde Inglaterra sufrió su primera derrota de la guerra: la batalla de Mons, el 23 de agosto de 1914.
Ellison estuvo presente en aquel primer revés, pero al igual que los anteriores soldados, sobreviviendo cuatro años en varias batallas tan importantes como las de Ypres, Amentières, Loos, Lens o Cambrai. Una hora y media antes del final, este soldado británico cae por un disparo enemigo, después de que uno de sus superiores ordenara un último y ridiculo ataque a las afueras de la localidad belga de Mons.
Quería recuperar el control de aquella localidad perdida al comienzo de la guerra. un acto de fuerza simbólico antes de que entrase en vigor el alto al fuego. George Edwin Ellison tenía 40 años.
Según el novelista y político escocés John Buchan, tras su experiencia en la Gran Guerra dijo:
«Los oficiales tenían el reloj en la mano y las tropas esperaban con la misma gravedad y compostura con las que habían combatido. Cuando faltaban dos minutos para las 11.00, enfrente de la brigada sudafricana, en el punto más oriental al que habían llegado los ejércitos británicos, vieron a un ametrallador alemán que, después de disparar una cinta entera sin parar, se puso de pie junto a su arma, se quitó el casco, se inclinó y se alejó lentamente hacia la retaguardia». segundos después el reloj marcaba las 11.
Buchan, cuyo hermano había muerto en acción dos años antes, escribió: «Se produjo un segundo de silencio expectante y, después, un curioso sonido como un susurro que los observadores que estaban detrás del frente compararon con el ruido de un viento suave. Era el sonido de los hombres que daban vítores desde los Vosgos hasta el mar».
