Mascotas en las FUERZAS Armadas.
Las mascotas en las fuerzas armadas: un vínculo emocional que trasciende el campo de batalla, con historias de lealtad y servicio
Durante siglos, los animales han sido compañeros leales en las fuerzas armadas. Desde perros de combate hasta palomas mensajeras, estos animales han servido en roles vitales en conflictos militares en todo el mundo. La presencia de las mascotas ha proporcionado a los soldados un vínculo emocional que ha trascendido el campo de batalla.
En el campo de batalla, en los cuarteles o en los hogares de los soldados, los animales han demostrado ser leales compañeros y útiles ayudantes en la defensa de las naciones. En este artículo, exploraremos la historia de las mascotas en las fuerzas armadas, destacando algunos ejemplos de animales famosos que han servido y han sido recordados por su valentía y servicio.
En la antigüedad, los animales eran utilizados para el transporte, la mensajería y la protección de las fuerzas militares. Los caballos eran particularmente útiles para la caballería, mientras que los perros y los gatos eran conocidos por su capacidad para mantener a raya a las ratas y otros animales no deseados. Durante la Primera Guerra Mundial, se comenzaron a entrenar perros para detectar explosivos y minas terrestres. Estos perros, conocidos como perros de combate, fueron una herramienta invaluable para salvar vidas en el campo de batalla.
El Sargento Stubby
Uno de los perros de combate más famosos de la historia es Stubby, un pit bull terrier que fue adoptado por la 102ª División de Infantería de los Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial. Stubby fue entrenado para detectar explosivos y gases tóxicos, así como para ayudar a los soldados heridos. También se convirtió en un símbolo de la unidad y la valentía de los soldados estadounidenses, y se le otorgó una medalla de honor por su servicio.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los animales siguieron desempeñando un papel importante en las fuerzas armadas. Los gatos eran particularmente útiles en los barcos para mantener a raya a las ratas y proteger los suministros. Los caballos eran utilizados por la caballería y la infantería montada, mientras que las palomas eran conocidas por su capacidad para transmitir mensajes a larga distancia.
HISTORIAS DE VALOR Y LEALTAD
Operación Columba fue el nombre en clave utilizado para lanzar a más de 16.000 palomas tras las líneas enemigas de la Francia ocupada por los nazis como un método discreto y eficaz de mantener la comunicación con el frente.
Las palomas eran lanzadas por la noche en paracaídas dentro de cajas perfectamente herméticas dentro de las cuales también se incluían un cilindro donde se introducía el mensaje, hojas de papel ultrafino y un lápiz especial. Todo esto iba acompañado con detalladas instrucciones de cómo escribir un mensaje en francés, flamenco u holandés. Del total de 16.000 palomas lanzadas sobre Francia sólo regresaron a Gran Bretaña unas 1.800. Algunas fueron capturadas por los alemanes y otras entregadas al enemigo por franceses colaboracionistas. Otras muchas morían en sus cajas al no ser encontradas por nadie. Sin embargo, cuando la misión tenía éxito, las palomas solían regresar con valiosa información para el servicio de espionaje británico, el MI5. Según algunos informes, en más de un 50% de los casos, la información recibida resultó ser de gran interés y en algunas ocasiones se trató de auténticas joyas. En una ocasión, una paloma volvió con la copia de un documento conseguida usando una lente de aumento industrial, que contenía miles de palabras y catorce mapas realizados a mano.
Durante la Guerra de Vietnam, se utilizaron delfines para localizar minas submarinas y proteger los barcos de la Armada de los Estados Unidos.
Uno de los perros más famosos de la Guerra de Vietnam fue Nemo, un pastor alemán que fue herido en acción mientras protegía a su handler, el soldado Robert Thorne. A pesar de sus heridas, Nemo continuó luchando hasta que se aseguró de que Thorne fuera evacuado. Nemo recibió la medalla Purple Heart por su valentía y se convirtió en un símbolo de la lealtad y el servicio de los perros de combate en el campo de batalla.
En el Perú, la presencia de mascotas en las fuerzas armadas se remonta a la época de la independencia. Durante la Guerra de la Independencia, los perros y los caballos se utilizaron en tareas de transporte y en la batalla. Desde entonces, han sido un elemento clave en la vida militar.
Un ejemplo destacado de mascotas en las fuerzas armadas es el perro llamado Bam Bam. Bam Bam era un perro de raza pastor alemán que se unió a la unidad de élite de la Fuerza Aérea del Perú. Bam Bam y su guía canino fueron enviados a misiones en la selva peruana para buscar narcóticos y explosivos. Su arduo trabajo y dedicación hicieron de Bam Bam un héroe nacional.
Otro ejemplo es la historia del gato felino conocido como Félix. Félix era el felino de un soldado que había sido adoptado por la unidad militar. Durante la Guerra del Pacífico, el gato se convirtió en un miembro de la unidad. Los soldados lo llevaban en sus mochilas y lo protegían en el campo de batalla. Félix sobrevivió a la guerra y regresó a casa con su amo, donde se convirtió en un miembro más de la familia.
Otra mascota famosa en las fuerzas armadas es el perro de combate llamado Lucca. Lucca era un perro de raza pastor belga que fue entrenado para detectar explosivos. Sirvió en Irak y Afganistán, donde fue responsable de encontrar y desactivar cientos de explosivos. Lucca perdió una pata en una explosión, pero aún así continuó con su trabajo. Su valentía y dedicación lo convirtieron en una leyenda entre los soldados.
(foto de Lucca y su condecoración)
Además de ser compañeros de trabajo en el campo de batalla, las mascotas también han sido un apoyo emocional para los soldados. La presencia de una mascota puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad y proporcionar una sensación de normalidad en situaciones estresantes.
En conclusión, las mascotas en las fuerzas armadas han desempeñado un papel importante en la vida militar. Han sido compañeros leales y han proporcionado un vínculo emocional que trasciende el campo de batalla. Los ejemplos de Bam Bam, Félix y Lucca son solo algunos de los muchos animales que han servido con honor en las fuerzas armadas. Como país, debemos estar agradecidos por su dedicación y servicio a nuestra nación.
En la actualidad, las mascotas siguen siendo una parte importante de la vida militar. Muchas unidades tienen su propia mascota, y los soldados a menudo adoptan mascotas durante sus misiones. Se ha reconocido la importancia de las mascotas en el bienestar emocional de los soldados. Los animales de apoyo emocional, como los perros, son utilizados para ayudar a los soldados a manejar el estrés y la ansiedad en el campo de batalla y durante la recuperación.
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